Día 8 de Camino 18/05/14

Día 8 de Camino 18/05/14

De Sahagún a León y Villadangos del Páramo 82,49 kms

Hoy he hecho 5,22 horas pedaleando.
Salgo de Sahagún por el Puente del Canto sobre el Rio Cea, despues de un buen desayuno junto en una cafetería junto al Albergue, el cual según mi hijo, parecia la prisión de3 Alcatraz, en dirección a León que, supongo debe de ser mi final de etapa de hoy.
La ruta de hoy se prevee llana y sin complicaciones en principio.
Al principio vamos junto a unas choperas y paralelos a la carretera llegando a una bifurcación, en la cual cogemos el Camino Francés.
Al igual que en otras ocasiones, tiro por la carretera paralela para evitar molestar a los peregrinos que van andando por ser el camino estrecho.
El primer pueblo al que llego es el Calzada del Coto, despues Bercianos del Real Camino y El Burgo de Ranero a unos 18 kms. Despues paso por Reliegos y llego a Mansilla de las Mulas por un arco del recinto amurallado y salgo por un puente de piedra medieval sobre el Rio Esla.
En Mansilla visité la Iglesia de San Martín.




Bandera de Bercianos del Camino

 

 
  Imagen del Burgo de Ranero

 

   Imagen del Burgo de Ranero

Reliegos

Reliegos

Entrada a Mansilla de las Mulas

 Y muy cerquita de León, llego a Puente de Villarente, paso obligado para todos los peregrinos del Camino.

 A partir de aquí todo me indica la proximidad de una ciudad como las gasolineras y el tráfico intenso.
Despues de una larga bajada la llegada a León es un poco liosa por la falta de señalización. No ves las flechas amarillas y, la única señalización són conchas en metal en el suelo que cuesta bastante encontrar.
León es una ciudad realmente bonita y llena de vida.
Hice un recorrido por el centro histórico de León, despues de las fotos de rigor en la portada de la Catedral y, ante el intento de cobro en la entrada de la Catedral, hice unas fotos desde donde pude en la entrada a las vidrieras y decidí alargar mi ruta y no parar en León. Me encontraba un poco cabreado. No me parece bien que te quieran cobrar por enterar en una Iglesia ó Catedral, incluso a un peregrino. La mayoría en el Camino están cerradas y sólo abren para las misas.
Despues, por lo que contaré a continuación, maldije la opción tomada. Otra vez pernoctaré en León y veré el casco viejo que merece sobradamente la pena, os lo aseguro.

  LLegada a la Catedral Gótica de León.

Vidrieras de la Catedral de León

Murallas

 Recinto amurallado a las espaldas de la Catedral de León.

 La salida de León vuelve a ser un laberinto de cuestas y en las afueras yá, en dirección a Trobajo del Camino algunas subidas considerables. Ya me estaba arrepintiendo de no haberme quedado en León.......
El dia se presentaba complicado con subidas y perdida de ruta.
 En Trobajo del Camino, hay una ermita, dedicada a Santiago. A continuación, casi fundido con Trobajo, se encuentra el núcleo de La Virgen del Camino, surgido en torno al santuario dedicado a la patrona de León.
Despues de la Virgen del Camino tomé una carretera equivocada y, menos mal, un operario de carreteras que me vió y paró. LLevaba un rato buscando un sitio para dar la vuelta.
El hombre, amablemente, me indicó que diese la vuelta y me desviara en un paso subterráneo.
Menos mal porque sinó, me encajo en Santander (por lo menos).
Yó y mi costumbrita "purista" para todo inicié de nuevo la ruta por camino. Un camino con constantes cuestas de cantos rodaos que lo complicaban todo. Encontré un grupo de ciclistas todos vestidos de negro a los que adelanté pero, al llegar a un alto, ví que iban por la carretera paralela (fueron más listos que yó) Me dí cuenta de la metedura de pata y lo enmendé al rato pero, ¿quien pillaba de nuevo a 5 tios en bici por el arcén). Me piqué un poquito y, debido a un pinchazo de ellos, los pillé en un surtidor (algo es algo).
Seguí adelante.
Finalmente despues de 82 kms llegué a Villadangos del Páramo, un pueblo pequeñito que cruza la carretera nacional y en cuya entrada a un lado de la carretera está el Albergue.
El Albergue me gustó porque estaba limpio y con poca gente y, según una paisana que vivía en Barcelona, era llevado por Proyecto Hombre.
Por la tarde fuí, al igual que la mayoría de los que estábamos en el Albergue, al único bar que había a por el menú peregrino y me metí en el cuerpo un platazo de macarrones para reponerme del día tan durito.
Ahora a dormir que mañana Dios dirá.
Por la mañana la señora de al lado, por cierto, de Huelva como yó (de la sierra) pero emigrada a Barcelona hacía muchos años, me dijo que yó había dado un concierto de cuerda, viento y demás instrumentos orquestales (ni me enteré con mis milagrosos tapones de cera).